Exposición de arte y días lluviosos en casa

Kara Ema:

El viernes fuimos a almorzar a un restorán en Roppongi con toda la familia, incluyendo a Taiyo que se había tomado un día de descanso en el trabajo.

Después fuimos al Centro de Arte Nacional de Tokio a ver una exposición temporal de pinturas del Louvre. Taiyo nos invitó la entrada a todos.

Exposición temporal de pinturas del Louvre
Amour et Psyché, de Baron François Gérard (1798).

De ahí fuimos a un parque un rato a pasear y luego volvimos a casa.

A la noche fuimos con Akane y Kenta a una reunión de Komi. Fue muy similar a la que había ido la primera vez. Durante las reuniones de Komi todos nos llamamos por nuestros respectivos seudónimos. El mío es Peter, por Peter Pan.


El sábado a la mañana pusimos いないないばあっ (Inai Inai Ba), un programa en la tele para niños. Kenta se puso a bailar e imitar todos los movimientos de Ō-chan, la actriz infantil estrella del programa.

Kenta imitando a Ō-chan

Más tarde vinieron unos amigos de Akane. Nos pusimos a jugar con ellos a los clásicos juegos de naipes japoneses babanuki y daifugō.

Jugando al babanuki con Taiyo, Akane y amigos.

El domingo —al igual que el sábado— fue un día de mal tiempo y lluvia intermitente así que nos lo pasamos todo el día en casa.

Al mediodía vino a almorzar una familia amiga de Akane, compuesta por el papá, la mamá, la hermana mayor de dos años y el hermano menor de cero años.

Nos pasamos toda la jornada comiendo un montón y jugando con los tres peques.

Los tres peques

En un momento la niña empezó a girar su cabeza de un lado a otro frenéticamente, mientras se reía alegremente. Kenta, que estaba sentado al lado de ella, comenzó a copiarla. De un instante a otro las risas se convirtieron en llantos cuando la niña sin querer golpeó su cabeza contra la de Kenta.

Unos segundos antes del accidente

Lo más interesante para mí de este momento fue la reacción de los padres. Nadie parecía preocupado; al contrario, se reían, porque sabían que no había sido nada grave y en unos segundos los dos niños estarían riendo y correteando por todo el salón de vuelta.

Esta es la misma actitud que he visto muchas veces en Akane y Taiyo cada vez que Kenta de repente se pone a llorar fuertemente y sin razón aparente. En vez de preocuparse se ríen, porque saben que los llantos de los bebés son casi siempre por motivos triviales y se esfuman tan rápido como aparecen.

Antes de irse, a modo de agradecimiento por haber estado jugando con ella, la pequeña se me acercó, me dijo バイバイ (bye-bye; adiós) y me ofreció un choque de manos. 可愛い〜♡ (kawaii).

Ame,
Kato