Kara Ema:
Hoy no he hecho gran cosa, la verdad. Tomé apenas 32 fotos, probablemente la menor cantidad que he llegado a tomar en varias semanas.
Por cierto —comentario totalmente aleatorio—, hoy estaba pensando en como hace rato que no veo llover. Creo que le he estado escapando a la lluvia desde que partí de Francia, hace exactamente un mes (por todo lo que estuve haciendo siento que ha pasado mucho más). Por suerte hasta ahora siempre me han tocado días bonitos y mayormente soleados. Claro que, ahora que he finalmente sacado el tema a colación, mañana diluvia. Lo bueno es que estaré en una cueva, así que no me afectará en lo más mínimo.
Volviendo a hoy. ¿Alguna vez has visto una calle cuyas aceras fueran el doble de anchas que su calzada? Yo tampoco, hasta que esta mañana a las 11:00 se me dio por pasar por la Alameda Principal de Málaga.
Esta calle, junto con la de Larios por la que estuve ayer, conforman las dos vías más importantes de esta ciudad. En su intersección se ubica el Monumento a Larios. Frente al monumento se encuentra también un edificio emblemático llamado La Equitativa, donde actualmente funcionan dos hoteles. Ayer, cuando pasamos por esta zona, la guía turística nos contaba que los malagueños habían apodado este edificio «la gallina turuleca», porque en su antena se pueden ver tres «huevos», entonces parece que la gallina «ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres».
Málaga se jacta de ser una «ciudad genial» (razones no le faltan), y además de ser una «ciudad de museos». Tiene un par de museos gratuitos —a los cuales he ido hoy—, y varios otros pagos. La mayoría de los pagos se puede visitar gratuitamente los domingos, así que ya te imaginarás qué día iré a visitarlos.
Arranqué por el Centro de Arte Contemporáneo, donde me encontré con obras de arte de lo más variado y bizarro.
Luego pasé por el Museo del Patrimonio Municipal, el cual estaba absolutamente vacío (era yo solo con todo el personal), y luego comprendí por qué: no había muchas obras en exposición; la mayor parte de la colección permanente estaba temporalmente inaccesible al público. Pero bueno, al menos he podido ver algunas cosillas moderadamente interesantes y aprender algo sobre la historia de esta genial ciudad.
A la salida de este museo arranca un sendero cuesta arriba que aparentemente lleva a un mirador. Definitivamente es un camino que tendré que recorrer uno de estos días.
También por esta zona se hallan los preciosos Jardines de Pedro Luis Alonso, justo al lado del edificio del Ayuntamiento de Málaga.
Al ayuntamiento le siguen dos edificios más, uno más formidable que el otro: el Banco de España y la Universidad de Málaga.
Anduve un poco por el Paseo del Parque hasta llegar a la zona de la Catedral de Málaga, a la cual le hice toda una vuelta manzana para verla y admirarla bien desde todos sus laterales.
De ahí me fui a pedirme un granizado de café con helado de dulce de leche en Casa Mira, una reconocida e histórica tienda de helados y turrones sobre la calle Larios.
Luego pasé por el Mercado Central de Atarazanas, no para comprar nada, sino simplemente para hacer esta fotografía de él:
Y finalmente, a eso de las 16:00, tuve mi última parada del día en los Jardines de Picasso.
Mientras me volvía para el hotel desde los jardines, pasé por dos centros comerciales enormes, con cualquier cantidad de restoranes, cafeterías, tiendas de ropa, tiendas de electrónica y supermercados adentro. Todos o casi todos de marcas reconocidas.
Ame,
Kato
Los jardines de Málaga son increíbles de bonitos..
Tremendos parques tiene Málaga! Fascinantes!