Kara Ema:
Tres días para hacer para hacer el tour de Harry Potter y al menos dos para el museo imperial… Como me siga llevando varias jornadas hacer cada actividad, el mes me va a quedar corto para tachar las setenta cosas que tengo aún pendientes en mi itinerario. ¿Todo tiene que ser tan descomunalmente grande e interesante aquí?
Hoy estuve visitando el Imperial War Museum, o al menos una parte.
El Museo Imperial de la Guerra (en inglés, Imperial War Museum) es el museo militar británico. Establecido en 1917 durante la Primera Guerra Mundial, fue inaugurado oficialmente el 9 de junio de 1920 por el rey Jorge V en el Crystal Palace, en Sydenham Hill. En 1924 el museo fue trasladado al Instituto Imperial en South Kensington y, finalmente, en 1936, el museo adquirió un local permanente en donde antes se encontraba el Hospital Real de Bethlem en Southwark. Durante 1970 el museo comenzó a expandirse hacia otras sedes.
Wikipedia
Una cosa fantástica de Londres es que tiene muchos museos y galerías de arte súper interesantes —y al parecer súper enormes— y, como si eso no fuera suficientemente genial, encima la mayoría de ellos son 100 % gratuitos.
Hoy, como salí tarde del hotel, a las cuatro de la noche (todavía me suena súper extraño decir eso), decidí que no merecía la pena irme hasta el centro en transporte público solo para estar allí un par de horas, así que me busqué algo para hacer relativamente cerca, cosa de poder ir y volver caminando. Ahí fue cuando se me dio por ir al Museo Imperial.
Cerraba a las 18:00, así que tenía dos horas para recorrerlo. Arranqué lo más tranquilo, pensando que iba a tener tiempo más que suficiente de verlo todo, mas no podría haber estado más equivocado. Solo la planta baja —la exposición de la Primera Guerra Mundial— me llevó una hora y cuarenta minutos. Cuando terminé con esa planta y caí en la cuenta de que todavía me quedaban otras cinco más, y que el museo cerraría en quince minutos, me empecé a desesperar y pasé de primera a quinta. Unos instantes después de haber entrado a la exposición sobre la Segunda Guerra en el primer piso, me di cuenta de que podría volver gratis cualquier otro día, así que decidí salvar la partida ahí y reanudarla en otro momento para acabar con los pisos que me quedaron pendientes.
Esta última foto la saqué solo porque me llamó la atención el cartel que está a la izquierda, que pone: «Se recomienda el uso de mascarilla». ¿Cómo que se recomienda? Me chocó bastante toparme con ese cartel, luego de haberme habituado a que en todos los lugares públicos cerrados fuese siempre obligatoria la mascarilla. Parece que en el Reino Unido a veces es obligatoria y otras es recomendada, dependiendo del tipo de lugar. Por ejemplo, en tiendas, supermercados, centros comerciales, bancos y transporte público es obligatoria. Pero en restaurantes, bares, teatros, cines y museos, no. ¿Por qué será que en bancos sí y en museos no? Parecería ser algo completamente arbitrario.
No bien entré me fui directo a ver la exposición sobre la Primera Guerra Mundial, la cual me resultó tan interesante y entretenida que estuve un largo rato para poder observar y leer todo detenidamente.
Una de las cosas que más me impresionaron de este museo es el fuerte uso de proyectores por todos lados. Y no cualquier tipo de proyectores. Proyectores que proyectan imágenes de muy alta definición, imágenes no necesariamente rectangulares (por ejemplo en esta última foto se ve una imagen circular siendo proyectada sobre una mesa circular). Incluso había algunas imágenes que eran interactivas—es decir que podías tocar partes de ellas para jugar juegos, pasar páginas, y demás.
Luego de ver esta fascinante exposición, me he quedado con muchas ganas de descubrir el resto del museo, pero eso deberá esperar a otro día, cuando pueda volver a visitarlo.
Ame,
Kato
Increíble ese museoooo!!
Increíble ese museoooo!!
Tremendo todo lo que involucra una guerra 😦