Almuerzo en un yakiniku-ya en Kabukichō

Kara Ema:

Hoy a la salida de la escuela fuimos a comer con mis compañeros a un yakiniku-ya (restaurante yakiniku) en la zona de Kabukichō.

Yakiniku (焼き肉) es un término japonés que, en su sentido amplio, alude a los platos de carne a la parrilla. Actualmente suele referirse a un estilo japonés de cocinar carne (normalmente ternera y asadura) y verdura en trozos pequeños a la parrilla o la plancha sobre ascuas de madera carbonizada por destilación seca (sumibi, 炭火), o bien en una parrilla de gas o eléctrica.

En un restaurante yakiniku, los clientes piden varios tipos de ingredientes crudos preparados (bien individualmente o en raciones) que son llevados a la mesa. Los ingredientes son cocinados por los comensales en una parrilla construida en la propia mesa durante toda la comida, varios trozos cada vez. […]

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La modalidad era 食べ飲み放題, es decir que podías pedir todo lo que quisieras las veces que quisieras —tanto la comida como la bebida— pagando un precio fijo por todo. Teníamos un tiempo de 70 minutos dentro del cual podíamos pedir cosas ilimitadamente. Transcurrido ese lapso de tiempo, podíamos quedarnos más tiempo si queríamos pero ya no podíamos pedir nada más. Pagamos una tarifa fija de ¥5000 cada uno (~US$40).

Pedimos y comimos cualquier cantidad de carne de todo tipo, incluyendo algunas cosas extravagantes como lengua e hígado. Para beber nos pedimos una cerveza y una Coca-Cola cada uno, y luego también pedimos un sake. Todo estuvo súper rico.

La carne llegaba cruda y la teníamos que cocinar y cortar nosotros mismos

Eso es básicamente todo lo que tenía para contarte de hoy.

Pero antes de cerrar la entrada, tengo una nueva sección de curiosidades y peculiaridades que me he ido encontrando en los últimos días:

  • He visto varios niños de primaria utilizando un teléfono móvil especial diseñado específicamente para niños («kids phone«). Estos teléfonos suelen ser más pequeños que los smartphones comunes, vienen en colores vibrantes como amarillo, azul y rosa, y tienen funcionalidades más limitadas y orientadas a la seguridad del niño, como por ejemplo un localizador GPS y una alarma personal que emite un sonido de sirena al presionar un botón antipánico.
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Demostración de cómo un niño de seis años sale solo a la calle, se pierde, llama a la madre con su kids phone, la madre ve dónde está gracias al rastreador GPS y le indica por dónde tiene que ir. Luego cuando el niño llega a destino le saca una foto al lugar y se la manda a la madre para preguntarle si está en el lugar correcto.
  • En general está prohibido fumar en las calles de Tokio, salvo en lugares especiales destinados específicamente para tal fin. Estas áreas para fumadores suelen estar separadas del resto de la calle por algún tipo de muro o paneles. Cada vez que pasé por una siempre las he visto llenas de gente fumando. No por nada Japón es uno de los mercados de tabaco más grandes del mundo.
  • Ya he hablado bastante de los aseos públicos en Japón, pero quería destacar un par de cosas más. Primero, el hecho de que nunca vas a tener que pagar nada para entrar a un baño público en Japón, a diferencia de Europa donde es una práctica relativamente común. Segundo, que los baños públicos son ubicuos en Tokio: nunca estás a más de dos pasos de uno. Los puedes encontrar en estaciones de tren, comercios, restoranes, e incluso en supermercados y konbinis.
  • Curiosamente, las cerraduras aquí funcionan al revés que en el occidente: girar la llave o perilla hacia el lado más cercano a la pared hace que la puerta se destrabe, mientras que un giro en el sentido opuesto hace que la puerta se trabe. Acostumbrado toda mi vida a trabar las puertas de una manera, cada vez que quiero hacerlo aquí me equivoco la primera vez.
  • Ya he hablado de lo inmensas que son las estaciones, pero no de lo exorbitantemente largos que son los trenes. Los trenes de Tokyo Metro suelen tener ocho o diez vagones con cuatro puertas cada uno. Es decir que hay por lo menos 32 puertas por las que puedes entrar a un tren en Tokio. Cada vagón mide aproximadamente 20 metros de largo, con lo cual los trenes tienen un total de 160 metros de largo como mínimo. Todo esto implica que, así como es súper importante saber por qué salida de la estación te conviene salir, otra cosa que también te puede ahorrar bastante tiempo es saber por qué puerta te conviene entrar al tren. Por suerte las aplicaciones de cartografía móvil normalmente te dicen esta clase de cosas.
  • Me ha pasado de ver ocasionalmente gente yendo a lugares de comida solos y dejando sus cosas en la mesa para ir al baño por ejemplo. En ningún país se me pasaría por la cabeza dejar mis objetos personales desatendidos en público—salvo quizás en Japón, dado que al parecer todos se sienten lo suficientemente seguros como para poder hacerlo.
  • Los japoneses son súper estrictos con el tema puntualidad. Hoy, un compañero de mi clase se demoró en llegar porque su tren se había retrasado (cosa que si bien es inusual, a veces sucede). No había pasado un minuto desde que comenzó la clase, que la sensei ya estaba preguntando por él, para ver si alguien sabía algo sobre por qué estaba llegando tarde. Al cabo de unos cinco minutos, volvió a hacer un comentario sobre el retraso de esta persona, que terminó llegando unos diez minutos luego de arrancada la clase. Por cierto, una de las reglas de la escuela es la siguiente: «Si llega más de 15 minutos tarde, se le puede negar la entrada a la clase».

Eso es todo lo que tengo hasta ahora.
また今度ねぇ〜!

Ame,
Kato