Caminata y degustación de comidas por distintas zonas de la ciudad

Kara Ema:

Se acabó oficialmente la temporada de lluvias en Japón, y en su lugar ahora tenemos la temporada de calor y humedad insoportables. Para que te des una idea, ahora mismo hacen 34 grados de temperatura real, 39 de sensación térmica y 52% de humedad. Y esto recién es el comienzo.


Ayer viernes a la salida de la escuela fuimos con dos de mis compañeros de clase a almorzar Gyūkatsu, una variante del popular tonkatsu:

El tonkatsu (豚カツ) es un plato muy popular en Japón, inventado a finales del siglo XIX. Se trata de una chuleta de cerdo de un centímetro de ancho empanada y frita, troceada; habitualmente se añade a la carne sal y pimienta y se pasa por harina, posteriormente huevos batidos y se finaliza pasando por panko (copos de pan japoneses) antes de freírlo.

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La diferencia es que el gyūkatsu es con carne vacuna en vez de carne de cerdo.

Gyūkatsu

De ahí nos fuimos los tres para Roppongi.

Roppongi (en japonés, 六本木, literalmente «seis árboles») es un barrio de Minato, Tokio, Japón, famoso por albergar la rica zona de Roppongi Hills y por tener una activa vida nocturna popular entre los locales y los extranjeros. Se sitúa en el centro de Tokio, al sur de Akasaka y al norte de Azabu.

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Poco después de llegar a Roppongi Hills, uno de mis compañeros que vive por aquí nos abandonó para irse a su casa con su esposa, así que me quedé con Simon, el francés con quien había ido de excursión Gunma-ken.

En un momento pasamos por una tienda de La Maison du Chocolat, donde paramos para tomarnos una merienda. Mi amigo se pidió un chocolate caliente y yo me pedí un café frío. Para comer, ambos nos pedimos un éclair cada uno; el suyo era de chocolate y el mío de caramelo.

Merienda en La Maison du Chocolat

Luego nos fuimos para otra tienda francesa, una boulangerie llamada La Boutique de Joël Robuchon. Ahí me compré una baguette, un pain au chocolat, y un croissant relleno de caramelo, no para comer en ese momento sino para guardar en mi mochila y llevármelo a casa.

Eso fue todo en Roppongi Hills. De ahí nos fuimos a Tokyo Midtown.

Tokyo Midtown

Entramos a la tienda de Uniqlo que había allí, donde Simon se compró unos lentes de sol. Cuando llegó a las cajas automáticas para pagar, notó que alguien había olvidado su billetera sobre la caja, así que le avisó a uno de los empleados del local y se la dejó a ellos. Esta es otra de las peculiaridades de Japón: si alguna vez te dejas algo olvidado en un lugar público, puedes estar casi 100% seguro de que lo vas a recuperar.

Seguimos caminando por la zona, pasando por un agradable parque que había detrás de Tokyo Midtown, llamado parque Hinokicho, y luego por una avenida llamada Jingu Gaien Ginkgo, con un montón de árboles ginkgo dispuestos en filas simétricas.

Estanque en el parque Hinokicho
Jingu Gaien Ginkgo

Continuamos nuestro paseo a pie por la ciudad hasta llegar a Harajuku. Allí paramos en un restorán llamado Harajuku Gyozaro, donde cenamos una deliciosas gyozas recién preparadas frente a nosotros.

Cocina del restorán ubicada en el centro, con todos los comensales sentados a su alrededor.
Las gyoza que pedimos

Ame,
Kato