Visita a la ciudad y a la torre de Pisa

Kara Ema:

Estando solo a 80 kilómetros, desde ya que no podía irme de Florencia sin pasar una jornada en Pisa para visitar la torre inclinada y sacarme la famosa foto con ella. Así que el jueves —el último día completo que me quedaba en Florencia— me fui para Pisa.

Tras un trayecto de una hora de tren, llegué a la estación Pisa Centrale a las 9:30, y de ahí me fui caminando hasta la Piazza dei Miracoli, la plaza donde se encuentran el Duomo, el Battistero, el Campo Santo y el Campanile (la torre). Además de estos cuatro edificios principales, también hay dos museos: el Museo dell’Opera del Duomo y el Museo delle Sinopie. Entré a todos menos al Battistero dado que estaba cerrado por obras.

Duomo di Santa Maria Assunta y Battistero di San Giovanni
Fontana dei Putti
Torre di Pisa
Interior del Duomo
Interior del Campanile
Vista del duomo desde lo alto de la torre
Vista a la ciudad desde la torre. Pueden apreciarse las murallas (Mura di Pisa)
El campanario en el último piso de la torre

Era genial la sensación que experimentabas al ir subiendo las escaleras en espiral de la torre, a medida que la dirección de la fuerza de gravedad iba cambiando y te iba tirando hacia un lado y hacia el otro. Claro que era súper sutil dado que la inclinación de la torre tampoco es tanta (4°), pero aun así te generaba una leve impresión de embriaguez (no que yo sepa cómo es estar ebrio).

Esperaba que fuera más alta, pero parece que solo mide 55 metros. Aunque considerando que no tiene ascensor y la única forma de llegar al campanario es subiendo los 294 escalones, igual tiene la altura perfecta.

Antes de pasar a los museos, no puedo terminar con la torre sin responder a las dos preguntas clásicas que se hace todo el mundo sobre ella: ¿por qué está inclinada? y ¿cómo es que no se cae?

La Torre de Pisa estaba pensada para que fuese completamente vertical, pero comenzó a inclinarse poco tiempo después del comienzo de su construcción, ya que el terreno sobre el que se asienta es poco estable, está formado por arenas y arcillas.

Además los cimientos de esta estructura solo tienen 3 metros de profundidad, poco resistentes para una estructura de 55 metros de altura. Todo esto provocó que la torre se inclinara primero hacia el norte y posteriormente hacia el sur.

Hace pocos años un equipo de expertos consiguió que la torre dejase de inclinarse, empleando un complejo sistema de consolidación y nivelación del suelo. Además se instaló un dispositivo de monitoreo que permite observar milimétricamente el comportamiento de la estructura. En este momento la torre fue abierta nuevamente al público.

Structuralia

La torre se comenzó a construir en el año 1173 y se terminó en 1372, luego de largas y repetidas interrupciones cuando empezaron a ver que se inclinaba. En 1990 fue cerraba al público como medida de seguridad, y en 2011 fue reabierta, tras 20 años de trabajo para lograr estabilizarla.

Ahora sí: los museos. El Museo dell’Opera del Duomo guarda los «tesoros de la catedral» y el Museo delle Sinopie muestra las sinopias (bocetos, básicamente) de los frescos del Camposanto Monumentale.

Esta maqueta de la torre me pareció fenomenal

A las 13:30 paré para comer en un Subway que había por ahí cerca. Me pedí un panino SUB30 de manzo e formaggio (carne y queso). Luego me fui a visitar el museo de las sinopias y el camposanto.

Sinopias
Camposanto

A las 15:00 me volví para la estación Pisa Centrale para tomarme un tren de regreso a Florencia. Antes de volver al hotel, como ya se me volvió tradición, me pedí un gelato para terminar bien la jornada. Esta vez pedí tres gustos: crema pasticcera, caffè y cremino.

Esa noche volví a pasar por el Carrefour Express para comprar provisiones. Justo cuando estaba llegando a la caja me topé con unos cioccolatini tradicionales italianos que tenían pinta interesante así que cogí uno de cada variedad.

Cioccolato tradizionale: cuneesi al rum, cremini e gianduiotti

Esta es la clase de cosas que podría haber sido un excelente regalo para llevar a la casa de alguien cuando termine mi estadía en Italia. Lástima que no vuelvo a lo de Charlotte ni a lo de nadie después, así que me los voy a tener que comer todos yo. Che peccato.

El cuneese al ron es un tipo de chocolate compuesto por dos obleas de merengue que encierran una natilla de chocolate y ron, todo ello cubierto por una capa de chocolate negro, que se produce en Cuneo.

Wikipedia

El cremino es un tipo de chocolate en forma de cubo formado por dos capas de chocolate gianduia intercaladas con una pasta de chocolate que contiene avellanas, café o limón.

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El gianduiotto es un bombón con forma de barco invertido hecho con chocolate llamado gianduia que se produce en Turín.

Wikipedia

Se llama gianduia o gianduja a una pasta de chocolate que contiene sobre un 30% de pasta de avellana.

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El chocolate gianduia es el de los Ferrero Rocher (y el cremino vendría a ser el Marroc). Parece que es todo un clásico aquí en Italia, lo cual me lleva a seguir completando mi cuadro de «delicias/manjares» —no sé cuál sería el término genérico correcto en español para esto— clasificado por países donde más se degustan (o se especializan):

PaísManjar
ArgentinaDulce de leche
EspañaChocolate
Estados UnidosMantequilla de maní
FranciaCaramelo
ItaliaGianduia

Ame,
Kato