Aeon Marina Town y segunda visita a Atagohama

Kara Ema:

El jueves al mediodía me fui a almorzar a un Jolly-Pasta que quedaba cerca de casa. Jolly-Pasta es una cadena de restoranes familiares especializados en comida italiana, sobre todo pasta.

Me pedí una cosa medio extraña. Se llamaba “窯焼きチーズパスタ” クリーミーボロネーゼ («Pasta con queso al horno – Boloñesa cremosa»), y consistía en 1172 kilocalorías distribuidas en tres niveles: una capa superior de queso, una capa inferior de vegetales, y en el medio los espagueti con crema y boloñesa. Una bomba culinaria, básicamente.

A simple vista no parece la gran cosa, pero créeme que debajo de ese queso que ves en la foto hay muchas calorías. Me costó bastante terminarlo todo.

Originalmente había salido con la idea de ir a comer afuera y volver directo para casa, pero cuando terminé de comer decidí que necesitaba hacer un poco de caminata para bajar las más de mil calorías que acaba de introducir en mi metabolismo, así que emprendí la marcha hacia el norte, hasta el barrio adyacente de Atagohama.

Al cabo de unos tres kilómetros de caminata llegué a Aeon Marina Town, un centro comercial que quedaba justo en el borde entre los barrios de Meinohama y Atagohama, y que por cierto nunca había visitado hasta ahora. Así que decidí que antes de continuar hacia Atagohama, pasaría a ver cómo era este centro comercial por dentro. Aparte tenía que ir al baño.

La gran mayoría de los centros comerciales japoneses son más altos que anchos, o en otras palabras, tienen muchos pisos pero cada piso no es tan grande (aunque también están los que tienen muchos pisos grandes). Aeon Marina Town es especial en este sentido, dado que es todo lo contrario: tiene un solo piso pero enorme y con varias secciones distintas.

Carteles indicando las distintas secciones del centro comercial, cual si estuvieses en Disney.
Foods Town, la parte con el supermercado y las tiendas para comprar alimentos para llevar a casa.
Kids Wonder Town, la parte con la tienda de juguetes y otros artículos de interés para los niños.
Agradable decoración en el techo, en una parte donde había una especie de cúpula.
Peko-chan, la niña mascota de Fujiya, una popular tienda y fabricante de pasteles.

Peko-chan es la mascota de Fujiya. Inicialmente se creó como personaje de los productos de confitería Milky, lanzados en 1950, pero más tarde se convirtió en la mascota de toda la empresa.

En esta sección también se habla de su novio Poko-chan.

El perfil de Peko-chan es el siguiente:

  • Origen: país de los sueños en algún lugar de la Tierra.
  • Origen del nombre: del dialecto nororiental «beko», que significa ternero.
  • Edad: eternamente 6 años – nacida en 1950.
  • Sexo: niña.
  • Altura: 100 cm.
  • Peso: 15 kg.
  • Forma del cuerpo: busto 58 cm, cintura 55 cm, caderas 63 cm.
  • Juegos favoritos: béisbol, pogo saltarín.
  • Animal favorito: cachorros.

El perfil de Poko, por su parte, es así:

  • Edad: eterna 7 años – nacido en 1951.
  • Origen del nombre: versión occidentalizada de la palabra arcaica del periodo Muromachi para designar a un bebé, «boko».
  • Sexo: niño.
  • Altura: 100 cm.

[…]

En 2009, la muñeca Peko-chan medía 110 cm de altura, pesaba 11 kg y tenía un valor de mercado de 40.000 yenes. Fujiya la presta a cada tienda, y a veces es robada varias veces al año. Algunas de las figuras de algunas tiendas cambian de ropa según la estación […]. La ropa se cambia unas ocho veces al año, y Onward Kashiyama se encarga de los trajes. A veces viste modas que reflejan la situación actual del mundo.

Wikipedia

Es increíble la manía que tienen los japoneses con las mascotas, las muñecas, y con inventarles un perfil súper detallado a cada una, incluyendo cosas como las medidas exactas de su cuerpo y sus pasatiempos favoritos.

El artículo de Wikipedia de Peko-chan también decía que si tocas las muñecas que están en las tiendas, Peko-chan te saluda y te dice cosas. Lástima que no supe esto el jueves cuando estuve ahí, si no lo habría probado. Pero por otro lado está bueno porque me sirve como excusa para volver a este centro comercial en los próximos días, total me queda cerca de casa.

Me puse a buscar en YouTube algunos videos de Peko-chan, dado que me intrigaba verla hablando. Encontré los siguientes tres videos interesantes:

YouTube player
Peko-chan te habla cuando le acaricias la cabeza
YouTube player
Peko-chan encuentra a una niña perdida y la ayuda a reencontrarse con su madre
YouTube player
¡La danza de Peko-chan!

El último video es lo más Japón que he visto por un buen tiempo, y eso que estoy viviendo en Japón.

Cuando ya había dado una vuelta completa alrededor de todo el centro comercial y estaba arrancando una segunda, descubrí una cartelera donde la gente estaba dejando mensajes escritos por el Día de San Valentín. Así que me quedé allí como diez minutos intentando leer todos los mensajes.

Para mi sorpresa, una buena parte de los mensajes parecían estar escritos por niños y dirigidos a sus propios padres. Había bastantes que arrancaban con「パパへ」(«Para papá») y unos cuantos también con「ママへ」(«Para mamá»). Esto me hace creer que el Día de los Enamorados en Japón también es festejado por los niños como una especie de Día de Amor por los Padres.

De estos cuatro mensajes, uno simplemente dice «amor» (愛) y los otros tres están dirigidos «a papá».
Varios más dirigidos a los padres, diciendo cosas como «gracias por hacer tanto por mí», «feliz San Valentín», «te quiero mucho».
Varios más escritos por niños pequeños, como te darás cuenta por la letra indescifrable.
El mejor de todos en mi opinión:「チョコガタベタイ」(«Quiero comer chocolate»).
Y este es el más triste de todos; el de abajo a la izquierda escrito por un niño. Dice lo siguiente:「ガンなおりますように」(«Que se cure del cáncer»). No hay sujeto en la oración, así que no está claro si el que tiene cáncer es el niño u otra persona, pero de todas formas es terrible. El mensaje de arriba dice:「この子の願いが叶いますように」(«Que el deseo de este niño se haga realidad»).
Uno gracioso:「今年はやせる−10kg」(«Este año adelgazo 10 kilos»).
Y uno tierno:「パパしか勝った人!!」(«¡Papá es el único que ha ganado [mi corazón]!»).

Del centro comercial me fui caminando por la Vía Verde de la Atagohama (愛宕浜緑道), la cual atraviesa todo el barrio de Atagohama y culmina en la playa.

Una plaza en la Vía Verde de Atagohama
Playa al norte de Atagohama

Anduve un rato por la playa hasta llegar hasta el final, y de ahí emprendí el camino de vuelta para casa, pasando por el barrio Atagohama pero esta vez tomando las calles internas para poder apreciar la belleza de este singular barrio.

La primera vez que te conté sobre este barrio fue en noviembre, cuando recién estaba empezando a vivir en Meinohama y había ido a explorar por primera vez este barrio vecino.

Lo que tiene de especial este barrio que lo hace tan vistoso son sus hileras de casas pintorescas con dos pisos y garajes, flanqueando calles sinuosas que forman una especie de laberinto suburbano. No todos los días ves un barrio de este estilo en Japón; de hecho es el único que recuerdo haber visto hasta ahora. Donde sí vas a encontrar muchos barrios de este estilo es en Londres. Atagohama definitivamente me recuerda a un barrio londinense.

Atagohama (I)
Atagohama (II)
Atagohama (III)
Atagohama (IV)
Atagohama (V)

A las 16:30 terminé mi segunda exploración de este barrio y me fui para casa.


El viernes no hice mucho. Lo único destacable es que fui al supermercado y a almorzar a Matsuya.

Al igual que el día anterior, me pedí un plato mega cargado de calorías: 1267 kcal, y también me costó terminarlo. Se llamaba ビーフカレギュウ e incluía bife, arroz, curry y una sopa de miso.

Bife y arroz a la izquierda, y el curry venía en un plato separado a la derecha.

Por supuesto este es el «bife barato», no el bife argentino. Una versión del bife argentino también existe aquí, conocida como ternera de Kōbe, pero es bastante cara y por consiguiente algo que se come muy ocasionalmente.


El sábado —hoy— para cenar me pedí una pizza hamburguesa (¿pizzaguesa?) en Domino’s. En particular me pedí la llamada D’s Ultimate Cheese Burger, la cual consiste en una pizza con trozos de hamburguesa (carne picada) y con una mezcla de queso gouda de Hokkaido y queso cheddar.

Una cosa interesante de las pizzerías japonesas es que si bien tengo entendido que no te cobran el envío a domicilio, te sale carísimo igual porque las pizzas las ponen artificialmente caras para luego hacerte un descuento del 50% pero solo si vas hasta el local a buscarla. Por ejemplo, una pizza te puede llegar a salir ¥3000 (~US$23) pidiéndola a domicilio o ¥1500 (~US$11) yendo a buscarla tú mismo. Con lo cual obviamente que salí a buscarla yo.

Luego cuando llegué me puse a ver el nuevo capítulo de esta semana de The Last of Us mientras disfrutaba de mi pizzaguesa.

La pizza hamburguesa estuvo tan espectacular como se ve en esta foto

Ame,
Kato