Paseo diurno por Kawaguchi y nocturno por Shinjuku

Kara Ema:

Hace dos días te conté que había tenido que ir a Kawaguchi a registrarme en el ayuntamiento. Ayer tuve que ir de vuelta por otra cosa, pero esta vez fui solo, así que cuando salí aproveché para caminar un poco por el centro y conocer esta ciudad.

A las 13:20 salí de casa y me fui caminando hasta el ayuntamiento de Kawaguchi. A las 14:00 llegué al ayuntamiento, y a las 14:20 ya estaba de vuelta en la calle, arrancando el paseo por la ciudad.

Lo primero interesante que vi fue esta escultura de una madre con su hija.

「風の母子像」de 岩田健 («Madre e hija del viento» de Ken Iwata)

He notado que las estatuas representando una madre con su hijo o hija son relativamente comunes en Japón. Me pregunto si el artista —en este caso Ken Iwata— las hará utilizando a su propia mujer e hija como musas.

Luego llegué a una calle súper simpática, llena de adornos bonitos como:

Los doce signos del zodíaco japonés
Esta puerta con un reloj y una especie de vitral
Estatua de una niña a quien se le acaba de romper la mochila.
「切れた鞄」de 岩田健 («Mochila rota» de Ken Iwata)
Escultura de un árbol con niños y un perro (I)
Escultura de un árbol con niños y un perro (II)
Curiosa estatua metálica de un jinete montado en su caballo

Cerca de las 15:00 empecé a pensar que quizás debería buscar un lugar donde parar para almorzar, cuando justo vi un cartel que me llamó la atención.

Un montón de platos con queso. Quería probarlos todos.

Al parecer era un restorán coreano (llamado 韓サラン Hansaran) que estaba ubicado en un segundo piso, arriba de un supermercado coreano. No tenía idea de que hubiese tantos platos coreanos que incluyeran tales cantidades de queso. Decidí que tenía que probar uno así que entré a almorzar allí.

El plato que más tenía ganas de probar era el llamado UFO Chicken, el cual consistía en 16 piezas de pollo frito y una fondue de queso. Sabía que no iba a poder comer tanto yo solo, pero hace rato que tenía ganas de probar esto así que lo pedí para sacarme las ganas.

UFO Chicken que me pedí para almorzar en Hansaran

Obviamente que no pude terminarlo. Así y todo llegué a comer una buena parte: tres cuartos del pollo (12 piezas) y tres cuartos del queso. Sentí que si comía una pieza más acabaría en el hospital, así que decidí abandonar mis intentos por terminar el plato.

Si bien no me disgustó, debo decir que no era exactamente lo que esperaba. Primero porque yo me imaginaba pollo deshuesado, lo cual no era el caso. Segundo porque es engorroso para comer. Llega un punto en que el queso derretido se vuelve sólido y se termina transformando en una especie de omelet. Además acabas con grasa por toda la mesa, las manos, la boca, y el móvil si lo tienes cerca.

El último punto fue algo amortiguado por el hecho de que me habían dado un guante para ponerme en la mano para no sentir la grasa en mi piel. Esta me pareció una idea fantástica, a tal punto que llegué a preguntarme por qué las cadenas de comida rápida no ofrecen estos guantes también. Me habrían venido súper bien para la hamburguesa rebosante de queso que había comido el miércoles en KFC.

A las 16:20 me tomé el tren desde la estación de Kawaguchi y media hora más tarde estaba en Shinjuku.

Estación de Shinjuku

Tengo un gran problema con Shinjuku. A diferencia de Shibuya, que más o menos es fácil de entender, Shinjuku es un mar de hormigón y de edificios y calles que se parecen. Eso sumado al hecho de que la estación de Shinjuku tiene más de 200 salidas, hace que cada vez que voy a Shinjuku pasen dos cosas:

  1. Descubra lugares nuevos por donde no había pasado antes.
  2. Me pierda y me cueste encontrar la forma de llegar al sitio donde quiero ir.

Eso es exactamente lo que me pasó cuando llegué ayer. Desde que me bajé del tren hasta que finalmente llegué a una zona que reconocía de mis visitas anteriores habrán pasado como quince minutos.

Algunos de los andenes y los edificios comerciales que rodean la estación
Omoide Yokocho, un famoso callejón de Shinjuku, flanqueado por bares y restoranes.
Un neko policía vigilando las calles de Shinjuku

Esta pantalla curva con el gato gigante es lo más. Había un montón de gente parada filmándolo y sacándole fotos. Yo me habré quedado unos diez minutos parado en esta esquina mirando las publicidades que aparecían en la pantalla y esperando a que reapareciera el gato para filmar su parte completa:

Gato virtual dándote la bienvenida a Shinjuku
YouTube player
«Shinjuku no Nekomae», canción oficial del gato de Shinjuku.

Cerca de las 18:00 me fui a un Tully’s Coffee en la estación de Shinjuku, donde me pedí un caramel latte frío y me senté a trabajar dos horas.

Caramel latte en Tully’s Coffee

A las 20:00 volví a bajar a la calle, y decidí ir a visitar el barrio de Kabukichō, el distrito rojo más grande y popular de Tokio y de Japón. Mi idea era solo caminar unos minutos por las calles principales de este barrio, mientras hacía una filmación de mi caminata. Me gusta hacer este tipo de videos de mí simplemente caminando por la ciudad, pero sé que aún no soy muy ducho y quizás voy demasiado rápido o muevo demasiado la cámara. Pero bueno, así es como quedó:

A ver cuánto tardas en ver la cabeza de Godzilla

A las 20:30 me fui al observatorio del edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio, el único lugar desde donde puedes apreciar Tokio desde una altura de 200 metros sin tener que pagar ni un solo yen.

Yendo al edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio (el iluminado de azul).
Vista de Tokio desde el observatorio del Gobierno Metropolitano (I)
Vista de Tokio desde el observatorio del Gobierno Metropolitano (II)
Vista de Tokio desde el observatorio del Gobierno Metropolitano (III)
Vista de Tokio desde el observatorio del Gobierno Metropolitano (IV)

A las 21:00 pasadas me fui a tomar el tren para volver a casa.

Me encanta tomar estas fotos donde se ve claramente a qué punto los japoneses son de respetar las reglas

Ame,
Kato