Visita a una escuela japonesa – Día 3: el día en que almorcé en un colegio

Kara Ema:

Viernes 15 de diciembre.

Esta vez me tuve que levantar más temprano dado que asistiría a la primera clase del día.

A las 8:15 bajé y leí las nuevas indicaciones en la pizarra.

Indicaciones del día

[Pizarra de la izquierda escrita por Sakura]

La clase de hoy
8:30 Sala de profesores
8:55- (Primera hora)

Cosas que debes llevar:
• Computadora
• HDMI
• Etiqueta identificativa
• Calzado de interior
• Paraguas
• Energía y sonrisa

[Pizarra de la derecha escrita por Daichi]

Te quiero en casa para cuando llegue a las 16:00 [así vamos a jugar juntos].

Indicaciones del día

A las 8:30 salí de la casa y a los diez minutos ya estaba caminando por los pasillos del colegio. La gente me saludaba. A esta altura ya toda la escuela sabía sobre mí: niños y profesores de todos los cursos conocían mi nombre y de dónde venía.

En la sala de profesores esperando a que se hiciera la hora para ir al aula

A las 8:50 arrancó la clase. Esta clase sería especial dado que se trataba de la última que tendrían de esta materia (Global Studies) antes de las vacaciones de invierno.

Una vez más no te puedo contar detalladamente lo que hicimos durante la clase ya que no lo recuerdo, pero sí te puedo contar uno de los juegos que me acuerdo hicimos. Consistía en escribir un número del 1 al 3 en una hoja de papel, hacer un bollo con la hoja y lanzarla hacia arriba todos al mismo tiempo. Luego cada uno cogía del piso uno de los bollos y se fijaba qué número le había tocado. Uno de los profes (incluyéndome a mí) decía un número en inglés, por ejemplo «six» (6). Entonces los alumnos tenían que juntarse con otros formando un grupo cuyos números sumaran 6 (e.g. 1, 2 y 3; o 2, 2 y 2; o 3 y 3).

Una vez más la clase terminó con mi presentación—esta vez sí tuve suficiente tiempo para mostrarles todas las diapositivas que habían quedado de la jornada anterior.

En total había tres cursos de sexto grado, y la mañana de este viernes las profes de GS tenían que dar su clase tres veces seguidas a cada uno de los tres cursos. Me invitaron a acompañarlas las tres clases, así que al final les terminé dando mi presentación a todos los chicos de sexto, no solo a los compañeros de Daichi. También me saqué fotos con los chicos de los cursos, tal como había hecho el jueves con el de Daichi.

Fotos con los otros cursos de sexto (I)
Fotos con los otros cursos de sexto (II)

Cuando terminamos de dar las clases una de las profes muy gentilmente se ofreció hacerme un tour por todo el colegio. A medida que caminábamos por el pasillo, fuimos entrando a distintas clases, pidiendo permiso a los profes y preguntando si podíamos pasar a ver la clase unos minutos. Presenciamos una clase de lengua, de matemática, de economía doméstica, de caligrafía japonesa, y una de música donde pude ver a Takeshi tocando la flauta dulce. Muchos de los niños me lanzaban miradas curiosas, sonrisas y saludos con las manos.

Algunos de los dibujos que decoraban las paredes de los pasillos

En un momento uno de los chicos me preguntó si me quedaría a almorzar con ellos. Las profesoras también me lo habían preguntado antes y cuando yo les dije que me encantaría, me respondieron que a lo mejor podría; que tendrían que consultarlo con el director. Al final me dijeron que sí pero me lo tendría que pagar, así como los niños y los profes también deben hacerlo.

El 給食 (kyūshoku; almuerzo escolar) es muy interesante en Japón, y todavía no puedo creer que haya tenido la oportunidad de vivir uno. Ni siquiera Sakura lo podía creer cuando se lo conté. Las particularidades del kyūshoku son:

  • Es muy barato, nutritivo y balanceado.
  • Las escuelas japonesas tienen cocina pero no tienen comedor, así que los niños almuerzan en sus propias aulas.
  • Los mismos alumnos se encargan de servirle la comida a sus compañeros, y de acomodar toda el aula antes y después de comer.

La bandeja con mi comida me la dieron en sala de profesores, que es donde comía la mayoría de los profes. A mí me tocaba almorzar en el aula de 6-3 (sexto grado, tercer curso). A las 12:45 un par de chicos de este curso me pasaron a buscar por sala de profesores y me escoltaron hasta el aula. Yo iba con mi bandeja en mano.

Cuando llegué al aula los chicos ya me habían hecho un lugar en la ronda—habían posicionado los bancos formando un círculo, con el mío ubicado justo enfrente del pizarrón. Me senté en mi lugar y empezamos todos a comer. Mientras almorzábamos cada tanto alguno me hacía alguna pregunta; qué tipo de comida se come en Argentina, cuál era mi comida favorita de Japón, y esa clase de cosas.

Según el programa de comidas que tenía Sakura en la casa —donde indicaba qué comida había cada día—, lo que comí fue:

  • ポークビーンズ (judías con carne de cerdo)
  • カリーノケールとアーモンドサラダ (ensalada de col rizada y almendras)
  • プリン (pudding)
  • ミルク (leche)
  • チーズパン (pan de queso)
Todo esto por ¥291 (US$2). Nada mal, ¿no?
La gran olla que usaba el encargado para servir a los demás

Cuando terminamos de comer observé como los alumnos se iban a lavar las manos y los dientes. Algunos se cepillaban allí mismo dentro del aula.

Una vez más fui escoltado por los chicos desde el aula hasta la sala de profesores, donde me quedé charlando un rato con las profesoras de GS antes de agradecerles por todo, intercambiar contactos y finalmente despedirlas.

A las 14:00 volví a casa.

Algunos de los niños me habían regalado unos origami, los cuales me guardé en el bolsillo y apenas llegué a casa trasladé a un lugar seguro para no perderlos y conservarlos.

Izquierda: origami que me regalaron los chicos. Derecha: sobre que me dio la escuela para meter el dinero del kyūshoku (no había llevado billetera así que no lo pude pagar en el momento).

A las 15:00 llegó Takeshi y me pidió acompañarlo a jugar al parque.

Jugando baloncesto en el parque con Takeshi y amigos

A las 16:45 vino Daichi, agarró sus cosas de tenis y se fue a naraigoto de tenis por su cuenta en bicicleta.

A las 17:00 llegó Takeshi del parque (yo me había vuelto antes) y me preparó el baño dado que yo no sabía qué botones apretar. Luego se puso a hacer su tarea.

Takeshi haciendo tarea de matemática

A las 18:30 cenamos.

Cena de ese día

A las 20:00 fuimos a Komi. ¿Recuerdas que todos los viernes nos juntábamos en un lugar con todos los miembros de Komi a hacer actividades? Allí nos encontramos con Akane y Kenta. (Creo que nunca te lo conté, pero Sakura y sus hijos también son miembros de Komi—de ahí fue que nos conocimos.)

Ame,
Kato