Dos cosas que hacía tiempo no hacía: senderismo y festival

Kara Ema:

El viernes hice algo que hacía meses no hacía: senderismo. Fui a escalar un monte que hacía bastante tenía en mente escalar, llamado Monte Takao (高尾山; Takao-san).

El Monte Takao está ubicado en la ciudad de Hachiōji, en Tokio, Japón. Tiene una altura de 599 m s. n. m. y es un lugar popular para la práctica del senderismo entre los habitantes de Tokio. Tiene 8 sendas y es frecuentado por más de 2 millones de visitantes al año. Existen en él un parque botánico, un templo budista, un funicular operado por la empresa Takao Mountain Railroad y una telesilla. Para llegar al monte hay una línea de ferrocarril y una autovía en construcción llamada Ken-Ō Expressway, que atravesará el monte con dos túneles, lo que podría llegar a afectar el ecosistema del monte.

Wikipedia

Básicamente si vives en Tokio o en los alrededores de Tokio y tienes ganas de ir a escalar una montaña, el monte Takao es el más cercano y accesible, con una estación de tren y un montón de tiendas en la base.

A las 11:00 pasadas salí de casa y a las 12:15 llegué a la estación Takaosanguchi, ubicada en la base del monte Takao.

Carteles indicando la dirección de las estaciones y del monte

Decidí ir desde la base hasta la cima por el sendero llamado Inariyama (稲荷山), y volver por el sendero Número 1 (1号路), el cual era el principal y más transitado. El ambiente en los dos senderos fue totalmente distinto: el primero era un camino de tierra por el medio del bosque; los senderistas que pasaban por al lado mío normalmente me saludaban con un kon’nichiwa. Mientras tanto el camino de vuelta fue casi todo de cemento y los senderistas no saludaban; había mucha más gente e incluso cada tanto pasaba un coche.

Mapa de todos los senderos. Los que tomé yo fueron el verde para la ida y el rosa para la vuelta.
Pequeño santuario en el principio del sendero Inariyama
Sendero Inariyama (I)
Sendero Inariyama (II)
Sendero Inariyama (III)
Cartel explicándote los distintos tipos de serpientes con los que te podías llegar a encontrar (venenosas y no venenosas) y qué hacer si te topabas con una o te mordía.

A las 13:45 llegué a la cima, tras una hora y media de senderismo.

Cadena montañosa vista desde la cima de Takao-san, con el monte Fuji escondido detrás de una nube.
Tokio visto desde la cima de Takao-san
Monolito marcando la cima del monte Takao (599,15 metros). Todos se sacaban fotos frente a él.

Me habré quedado más o menos media hora en la cima hasta que me aburrí y empecé a descender por el sendero Número 1, el cual pasaba por un templo budista llamado Yakuōin.

Templo Yakuōin (I)
Templo Yakuōin (II)
Templo Yakuōin (III)
Templo Yakuōin (IV)
Templo Yakuōin (V)
Una parte del sendero Número 1
La recta final (aunque no era una recta)
Carteles hechos por niños pidiendo a los senderistas que por favor no alimenten a los animales salvajes

Tras una hora y media más de senderismo, alrededor de las 15:15 llegué nuevamente a la base.

Dado que todavía era temprano decidí antes de volver a casa pasar a visitar la ciudad de Hachiōji, aprovechando que estaba a solo dos estaciones.

Caminé desde la base de Takao-san hasta la estación de Takao, y desde allí me tomé el tren. Llegué a la estación de Hachiōji a las 16:15.

Lo primero que hice cuando llegué fue visitar rápidamente todos los diez pisos del centro comercial adherido a la estación, llamado Celeo.

Entrada a Celeo

Luego tomé una calle peatonal que parecía interesante. La misma estaba flanqueada por numerosos comercios de todo tipo y tenía también algunas estatuas.

Andando por una calle peatonal en Hachiōji
「立つ女」(Tatsu onna; Mujer parada)
「ひざし」(Hizashi; Rayos de sol)
「若き日の母」(Wakakihi no haha; Madre joven)

Al único negocio al que entré fue a Animate.

Animate de Hachiōji

Animate es la tienda de animé más «mainstream» y popular para todo tipo de clientes, ya sean adultos, niños, adolescentes, hombres o mujeres. Es común ver niños en uniforme escolar inspeccionando las góndolas después de salir del colegio.

A diferencia de otras tiendas otaku como Surugaya y Mandarake, Animate no suele tener sección de adultos con mangas eróticos. Por eso siempre me sorprendo cuando visito un Animate que sí la tiene, como era el caso con el de Hachiōji. También me llama la atención la forma en que está dispuesta, como una estantería más del corredor y sin ningún tipo de separación alguna.

Sección de manga erótico en Animate Hachiōji. En los estantes pone: «成人向け書籍 ※18歳未満の方には販売できません» («Libros para adultos — No se pueden vender a menores de 18 años.»)

Me pregunto cómo haran los japoneses menores de 18 que quieran leer esta clase de libros para conseguirlos. Yo se los compraría y se los vendería al costo, aunque supongo que no lo necesitan existiendo sitios web como nhentai.

A las 17:30 paré para almorcenar (?) en un Burger King.

Mi almuercena del viernes en Burger King

Media hora después me volví a la estación de Hachiōji y desde ahí me tomé un tren para Saitama.

八王子駅 (Estación de Hachiōji)

A las 19:00 pasadas llegué a casa.


El domingo fuimos con Akane y Kenta a un 祭り (matsuri; festival) local, organizado por una empresa llamada Kurosawa, en conjunto con algunos comercios de la zona.

Festival local

El festival contaba con puestos vendiendo comida, y actividades como una tirada de golosinas y un show de baile infantil.

Tirada de golosinas (la gente se ponía abajo en la calle y los de la empresa organizadora del evento tiraban un montón de golosinas desde arriba).
Show de baile infantil (I)
Show de baile infantil (II)
Show de baile infantil (III)
Show de baile infantil (IV)
Show de baile infantil (V)

A las 17:30 fuimos toda la familia a cenar a un restorán llamado Bronco Billy. Yo los invité a todos.

Bronco Billy

Lo que nos pedimos incluía para cada uno:

  • 300-400 gramos de carne vacuna
  • Un bol grande de arroz blanco
  • Una sopa
  • Bufé de ensaladas y postres (ilimitado)
  • Bufé de bebidas y helados (ilimitado)

Todo eso para las cuatro personas que éramos (tres adultos y un niño), me pareció bastante barato lo que me salió: 10500 yenes (~US$70).

Las dos porciones de ensaladas que me serví al principio, antes de que viniera el plato principal de carne
Cuando llegó el plato principal
El helado y el café

Quedamos todos muy satisfechos.

A las 19:30 ya estábamos de vuelta en casa, turnándonos para entrar al baño antes de irnos a dormir.


El lunes empecé a leer un nuevo libro en mi Kindle, llamado Escape from Childhood y escrito por el pedagogo estadounidense John C. Holt.

Desayunando Chocolinas con mezcla de dulce de leche y queso crema, mientras leía Escape from Childhood

Por ahora solo leí tres capítulos, pero viene interesante y concuerdo plenamente con lo que dice este hombre sobre la infancia institucionalizada moderna:

[…] La infancia, tal como la conocemos ahora, ha dividido esa curva de la vida, esa totalidad, en dos partes: una llamada Infancia y otra llamada Adultez o Madurez. Ha creado una Gran División en la vida humana, y nos ha hecho pensar que las personas que se encuentran en lados opuestos de esta división, los Niños y los Adultos, son muy diferentes. Así, actuamos como si las diferencias entre una persona de dieciséis años y otra de veintidós fueran mucho mayores y más importantes que las diferencias entre alguien de dos años y alguien de dieciséis, o entre alguien de veintidós y alguien de setenta. Porque en lo que respecta al tipo de control que tiene sobre su propia vida, a la capacidad de tomar decisiones importantes, el joven de dieciséis años está mucho más cerca del de dos que del de veintidós.

En resumen, por institución de la infancia me refiero a todas aquellas actitudes y sentimientos, y también costumbres y leyes, que ponen un gran abismo o barrera entre los jóvenes y los mayores; que dificultan o imposibilitan que los jóvenes entren en contacto con la sociedad que les rodea y, más aún, que desempeñen algún tipo de papel activo, responsable y útil en ella; que encierran a los jóvenes durante dieciocho años o más en el servilismo y la dependencia, y hacen de ellos, como he dicho antes, una mezcla de molestia cara, tesoro frágil, esclavo y supermascota.

Extracto de «Escape from Childhood», de John C. Holt

Ame,
Kato