Kara Ema:
El miércoles me tomé un Shinkansen y me fui con Akane y Kenta a la 実家 (jikka; casa de los padres) de Akane, donde solía vivir ella cuando era niña, adolescente y estudiante universitaria. Salimos a las 10:30 de Saitama y llegamos cerca de las 13:00 a la estación de Kioto, donde nos estaban esperando los padres de Akane para llevarnos en su coche hasta la casa.
Dado que es largo decir «la casa de los padres de Akane» a cada vez, a partir de ahora la voy a llamar la Jikka. La Jikka queda en una zona más bien residencial/suburbana, a mitad de camino entre Kioto y Osaka, lo cual es genial porque significa que desde ahí me puedo tomar un tren en una dirección y estar en Kioto en ~40 minutos, en otra dirección y estar en Osaka, también en ~40 minutos.
De camino a la Jikka pasamos por una cafetería de especialidad llamada Café Saboroso. Allí los padres de Akane nos invitaron un café a todos.
Esa noche cenamos gyoza, cocinadas por Kaka (así es como le dicen todos afectuosamente a la madre de Akane).
Mientras hacíamos sobremesa, Kaka me mostró un cuaderno que tenía con cosas del jardín de infancia donde iba su hija, una Corgi de diez años llamada Hana.
Algunas de las cosas que Hana hace en este jardín son jugar con otros perros, ir a un campo de entrenamiento, y hacer formas con otros perros—por ejemplo en esta foto se puede ver a una treintena de perros posicionados de manera tal de formar el kanji 犬 (inu; perro):
El cuaderno incluía una parte que parecía como un diario personal, donde Hana —en realidad el staff del lugar— narraba todas sus aventuras de lo que hacía cada día que iba al jardín.
Por cierto, el salón de la Jikka se ve así:
Es interesante cómo siempre que hay un perro en una casa japonesa, también siempre hay una jaula. Es como que todos los japoneses consideran que sus perros tienen que tener su propio cuarto, su propio espacio personal en el que puedan estar cuando lo necesiten, lo cual me parece genial.
Otra peculiaridad de las casas japonesas es que hasta ahora no he conocido una que no tuviera un reloj de pared en alguna parte del salón:
En otra de las paredes del salón estaban estaban colgadas estas fotos de Hana entrenando en el jardín:
Otra cosa que me llamó la atención de esta casa es la cantidad importante de máquinas especializadas que tiene, la mitad de las cuales ni siquiera estoy seguro para qué sirven. Les dije a Akane y a Kaka que nunca en mi vida había visto tantas aparatos electrónicos especializados en una función específica como he visto en Japón.
El jueves a las 10:00 nos fuimos con Akane y Kenta a la estación ferroviaria más cercana de la Jikka, Korien. Desde ahí nos tomamos un tren hasta Kioto.
Nos bajamos en la estación Demachiyanagi a las once pasadas. Desde ahí caminamos un rato hasta llegar a la universidad donde estudiaba Akane, 同志社女子大学 (Doshisha Joshi Daigaku; Universidad de Mujeres Doshisha).
Se trataba de una universidad exclusiva de estudiantes mujeres, con lo cual normalmente los hombres no tenían el acceso permitido, a excepción de los profesores y otros miembros del personal. Así que cuando nos anunciamos en la entrada y dijimos que veníamos a visitar a un viejo projesor de Akane, a mí me dieron una etiqueta de visitante para que llevara colgada en mi cuello.
El profesor me pareció una excelente persona—super amigable, amable y respetuoso. Él aprovechó para preguntarme varias cosas sobre mí (mi país, mis viajes), y para preguntarle sobre él (su carrera en educación, su experiencia como profesor en colegios). Me dio un montón de consejos y al final me ofreció tu tarjeta de contacto.
Debo confesar que sentí un poco de envidia por Akane al haber podido conseguir una relación así con uno de sus viejos profesores, al punto de seguir visitándolo incluso muchos años después de haberse graduado. Me hizo acordar a la relación que tenía Harry Potter con algunos de sus profesores, a la que me habría gustado tener a mí y a la que me imagino teniendo con algunos de mis alumnos si fuese profesor.
Hablando de Harry Potter, los predios universitarios que visitamos con Akane ese día me hicieron acordar un poco a Hogwarts.
Akane me presentó una cantina de la zona donde muchos estudiantes universitarios iban a almorzar dado que era barato y rico. A las 13:00 fuimos allí a almorzar; yo me pedí tonkatsu y Akane karaage.
Después de comer continuamos paseando un poco más por esta zona de Kioto, incluyendo el parque del Palacio Imperial (al cual yo ya había ido la última vez que estuve en Kioto), y un parque bordeando el río Kamo.
Más tarde Akane me hizo pasar frente a 京都大学 (Kyoto Daigaku; Universidad de Kioto). La idea era entrar al predio como habíamos hecho con el de Doshinsha, pero apenas pasamos la entrada Akane vio un cartel que decía que solo se permitía el acceso a personas autorizadas, con lo cual tuvimos que dar media vuelta. Yo pienso que no nos habrían dicho nada de todas formas, dado que ya habíamos pasado la puerta y nadie se iba a acercar a preguntarnos si éramos o no estudiantes —aunque es cierto que estar con un bebé y un carrito de bebé podría despertar sospechas—, pero mi amiga prefirió no correr el riesgo.
A las 16:00 nos tomamos un tren de regreso a Korien. Antes de volver a casa nos quedamos paseando un rato por la zona de la estación dado que estaba llena de tiendas, incluyendo la librería Tsutaya.
A la noche cenamos okonomiyaki.
El viernes a eso de las 15:00 salí solo de casa (la Jikka) y me fui a tomar un tren hacia Kioto. Es que había sacado entradas para ir a ver una obra de teatro a las 19:00 en Kioto, pero quería ir unas horas antes para pasear un poco por la zona.
Después de todo, si bien técnicamente la última vez (primera vez) que estuve en Tokio estuve una semana; esa semana me la pasé yendo a otros lugares cercanos a Kioto como Osaka, Uji y Nara—solo estuve dos días realmente recorriendo Kioto, y esos dos días me los pasé yendo a templos, santuarios y palacios imperiales. La parte más urbana y moderna de Kioto nunca la había llegado a conocer.
A las 15:45 me bajé en la estación Gion-Shijo, crucé el río Kamo y empecé a caminar por el callejón Pontocho.
En un momento me pasé del callejón a una avenida que corría paralela a él, la cual también estaba repleto de comercios y de gente, incluyendo muchos turistas extranjeros.
Crucé la avenida y llegué a una calle peatonal, la cual a su vez me dejó en una red de varias 商店街 (shōtengai; calles comerciales) interconectadas.
A las 16:00 pasadas pasé por Mezopotamia, un local turco que vendía kebab, helado turco y baklava.
Me compré un kebab para comer en el momento y seis piezas de baklava para llevar a la Jikka y compartir con todos.
De ahí me volví a la avenida por la que había pasado antes dado que allí había un centro comercial llamado BAL que me interesaba visitar.
Después de recorrerme todos los seis pisos de BAL me quedé un rato en el cuarto piso, en un café llamado Café & Meal MUJI. Allí me pedí un menchikatsu como segundo almuerzo después del kebab.
La idea era hacer tiempo ahí hasta que fuera la hora en que tuviese que ir al teatro a ver la obra.
A las 18:30 llegué al teatro. Se trataba de un teatro pequeño, que había sido construido específicamente para mostrar una obra en particular llamada Gear.
La obra arrancó puntual —a las 19:00— y terminó una hora y media más tarde.
No iba con ningún tipo de expectativas dado que no tenía mucha idea de cómo iba a ser. La única razón por la que estaba allí era porque Akane me había dicho que existía, que a mucha gente le gustaba, y que ella quisiera ir a verla en algún momento pero con Kenta todavía no puede, por eso es que terminé yendo yo solo.
Lo único que sabía sobre la obra era que estaba diseñada sin ningún tipo de diálogo, a propósito para que pueda ser disfrutada no solo por japoneses locales sino también por turistas extranjeros, por personas con discapacidad auditiva, y hasta por bebés (aunque los bebés como Kenta solo podían ir en días específicos).
En los páramos del futuro, unos robots personificados (Roboroides) siguen trabajando en una antigua fábrica de juguetes. Y allí aparece una muñeca que una vez fue fabricada por la fábrica, «Doll». A través de la lenta comprensión y adaptación del entorno que les rodea, Roboroids y Doll son capaces de obtener «curiosidad» y «espíritu lúdico», lo que les acerca a los seres humanos.
Sitio web oficial de Gear
Quedé absolutamente maravillado por lo que vi, y enamorado de la chica que hizo el papel de Doll. El mimo, el mago, el malabarista, el breakdancer y la muñeca; todos tenían su propio talento y lo lucieron magistralmente.
Cuando salí de ver la obra me fui a recorrer una zona de restoranes donde había una tienda de ramen a la que quería ir. Lamentablemente justo cerraba a las 21:00 así que tuve que hacer cambio de planes. Ya tenía fija la idea de que quería comer ramen así que al final terminé yendo a la cadena de tonkotsu ramen Ichiran, la cual ya conocía dado que había ido varias veces en Fukuoka.
Tomé la avenida Shijo-dōri, que era donde estaba Ichiran.
A las 22:00 pasadas volví a la estación Gion-Shijo para tomarme un tren de regreso a la Jikka.
El sábado a las 13:30 fuimos con la familia a un parque de niños gratuito provisto por la ciudad.
プレーパークは「自分の責任で自由に遊べる場所」チャレンジも、ドキドキも、失敗も成功もみんなの自由。いつもと違う「体験」や「発見」ができる森です。スタッフも大人もここでは見守りながら遊びます。ケガに気をつけて、やってみたいことにチャレンジしてね。 |
El parque de juegos (play park) es un lugar donde puedes jugar libremente bajo tu propia responsabilidad. Los desafíos, las emociones y los errores, así como los éxitos, dependen de cada uno. Es un bosque donde se pueden tener experiencias y descubrimientos diferentes de los de siempre. Tanto el personal como los adultos están aquí para supervisar mientras juegan. Ten cuidado de no hacerte daño y atrévete a probar todo lo que te apetezca. |
Al cabo de una hora nos fuimos a un club de niños que quedaba cerca, donde también estuvimos un rato jugando y tomando matcha con wagashi.
A las 16:30 estábamos de vuelta en casa.
Mientras me lavaba las manos después de entrar a la Jikka noté una pasta de dientes con sabor a chocolate que estaba al lado del lavabo. No pude evitar hacerle una foto para mostrártela a ti:
Para la merienda les ofrecí a todos el Mantecol que había traído de Argentina y los baklava que había comprado el día anterior en Mezopotamia:
A la noche cenamos esta mezcla de carne y distintas verduras:
Hoy —domingo— fuimos con Akane y Kenta caminando desde la Jikka hasta el centro comercial más cercano, llamado Al Plaza, el mismo al que solía ir seguido mi amiga cuando era más chica.
Llegamos a las 10:45 y nos pusimos a recorrer los tres pisos que tenía. Nos pedimos un helado y nos quedamos un rato en la zona de recreación infantil para que Kenta pudiese jugar.
Cerca de las 13:00 Akane y Kenta se volvieron para la casa mientras yo me quedé en Al Plaza para almorzar y para escribirte esta entrada.
Ahora son las 18:00, hora de volver a la Jikka para cenar con la familia.
Ame,
Kato
Proxima mision: averiguar que hace cada artefacto