Kara Ema:
Ayer viernes a la salida de la escuela fuimos a almorzar con unos compañeros a un restorán de comida china. No recuerdo cómo se llamaba lo que pedí pero estaba muy rico.
Luego de comer, uno de mis compañeros quería ir a Nakano Broadway a comprarse un reloj, y como este centro comercial estaba en mi lista de lugares a visitar, decidí acompañarlo.
Nakano Broadway (中野ブロードウェイ) es un centro comercial en Nakano, Tokio, Japón. […] Cuenta con tres plantas subterráneas y diez plantas sobre el suelo. En el subsuelo hay tiendas de comestibles, en la planta baja hay tiendas que venden principalmente ropa y artículos de segunda mano, y en las plantas segunda, tercera y cuarta hay tiendas que venden artículos dirigidos a los otaku, como manga, anime, figuritas, artículos de ídolos, videojuegos, CDs y artículos de colección. El resto de las plantas contienen apartamentos.
Wikipedia
Entre la estación ferroviaria de Nakano y Nakano Broadway hay un shōtengai (calle comercial) con 225 metros de tiendas llamado Sun Mall.
En la primera tienda de relojes que entramos encontramos esto:
Mientras mis compañeros seguían mirando relojes, yo rápidamente perdí el interés y me crucé a la tienda que quedaba enfrente, la cual captaba mucho más mi atención dado que tenía esto:
Cuando llegamos a Nakano Broadway, notamos algo curioso: alrededor de la mitad de las tiendas que había eran de relojes, mientras que la otra mitad era de cosas relacionadas con la cultura otaku. Así que decidimos separarnos, dado que ellos querían seguir viendo relojes y a mí me interesaban más los otros negocios.
Arranqué mi exploración de este centro comercial como siempre la suelo hacer: piso por piso y tienda por tienda, entrando solo a las que me llamaban más la atención.
Aquí fue cuando empecé a encontrar las cosas más peculiares; esa clase de cosas que solo podrías encontrar en Japón.
Lo más impactante para mí no fue el hecho de encontrarme nuevamente con lolicon —después de todo es completamente legal en Japón—, sino el hecho de cruzármelo en tantos comercios y que esté tan descaradamente a la vista. De hecho, todo el material erótico está casi en el mismo lugar donde está todo lo demás; no hay separación alguna. A lo mejor tienes un pasillo de manga para niños, y pegado a ese le sigue el pasillo de manga para adultos. Los adolescentes japoneses deben de estar contentos con poder echar un ojo tan fácilmente a este material tan codiciado por ellos (como si no lo pudieran encontrar en internet de todas formas).
Luego, en otra tienda distinta me topé con esto:
Después de recorrer todo el centro comercial, me reencontré con mis compañeros y nos fuimos a tomar un café y un helado a una cafetería cercana. De ahí me fui para casa.
Ame,
Kato
Terrible la prostitución japonesa !!!! Sobre todo menores de edad