Nagoya – Día 6: Kinjōfutō, JR Central Towers y paseo nocturno

Kara Ema:

El miércoles bajé a desayunar a las 10:00, y a las 12:00 salí del hotel.

Cuando salí me fui directo a una lavandería autoservicio para lavar mi ropa dado que ya no me quedaban camisetas limpias. El proceso duraba 45 minutos, costaba ¥900 (~US$7) e incluía todo en la misma máquina: lavado, secado y detergente. Es decir que lo único que tuve que hacer fue insertar las monedas, la ropa, y esperar a que transcurriera el tiempo.

Mientras esperaba vi que había un salaryman (trabajador asalariado; de cuello blanco) que estaba buscando un bolígrafo para poder escribir un comprobante para darle a su jefe de que había venido a lavar la ropa. En cuanto vi esta situación me acerqué a él y le ofrecí el bolígrafo que tenía en mi mochila. Me sentí súper bien habiendo podido servirle de ayuda.

A las 13:30 fui a almorzar a un lugar que se especializaba en fondues de queso. Estaba recontento de haber hallado este sitio dado que hacía muchísimo tiempo que no comía fondue y que tenía ganas de comerla de vuelta.

Mi almuerzo del miércoles: fondue de queso (con un montón de cosas para meter dentro).

Tras almorzar, a las 14:00 me fui para la estación de Nagoya, donde estuve unos diez minutos caminando por toda la laberíntica estación, siguiendo los carteles que decían «Aonami Line», hasta que finalmente llegué a la entrada de la línea que me tenía que tomar para ir al siguiente lugar en mi planificación para esta jornada.

Reloj plateado de la estación de Nagoya (Silver Clock), complementando al reloj dorado que había visto el otro día.

A las 14:15 me tomé el tren de la línea Aonami y a las 14:40 llegué a destino: Kinjōfutō.

Kinjōfutō es un barrio al sur de Nagoya, a unos 15 kilómetros de Meieki. Es un barrio suburbano e industrial, donde no hay mucho para hacer, a excepción de dos cosas: SCMaglev and Railway Park y Legoland. Adivina a cuál de los estaba yendo yo.

Incorrecto: estaba yendo al SCMaglev and Railway Park (asumí que dijiste Legoland). Nunca me interesaron mucho los Lego, así que su parque de atracciones Legoland no estaba en mis planes. Aunque debo decir que cuando pasé por la puerta parecía un parque bastante divertido, así que es probable que acabe yendo algún día. Pero esta vez estaba con el tiempo muy justo y el parque cerraba en una hora, con lo cual ya no tenía sentido visitarlo.

Al SCMaglev and Railway Park —que sí estaba en mis planes— lamentablemente tampoco pude ir dado que al parecer estaba cerrado por las fiestas. Me tendría que haber fijado bien eso antes de tomarme el tren hasta allí, pero no lo hice. Igualmente antes de volver al centro de Nagoya por supuesto que aproveché para recorrer un poco el barrio, sobre todo la parte de Legoland y los comercios que habían enfrente.

Por cierto:

El SCMaglev and Railway Park es un museo ferroviario propiedad de la Central Japan Railway Company (JR Central) en Nagoya, Japón. El museo abrió sus puertas el 14 de marzo de 2011.

El museo cuenta con 39 vehículos ferroviarios a tamaño real y una exposición de autobuses, simuladores de cabinas de tren y dioramas de maquetas ferroviarias.

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Legoland es una cadena de parques temáticos familiares centrados en el sistema de juguetes de construcción Lego. No pertenecen en su totalidad al propio The Lego Group, sino que son propiedad y están gestionados por la empresa británica de parques temáticos Merlin Entertainments.

El Legoland Billund Resort abrió sus puertas en Billund (Dinamarca) en 1968, seguido del Legoland Windsor Resort en Windsor (Inglaterra) en 1996. Otros parques se abrieron en Alemania, Japón, Corea del Sur, Malasia, Emiratos Árabes Unidos (Dubai), Estados Unidos (California, Florida y Nueva York) y un parque acuático Legoland en Gardaland, Castelnuovo del Garda (Italia), en 2021. Actualmente se están construyendo parques en Bélgica, Pekín, Shanghái, Sichuan y Shenzhen.

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Cartel de Legoland Hotel
Legoland Hotel, con decoraciones tales como una jirafa hecha de Lego.
También había un dinosaurio hecho de Lego
Y una mantarraya
Más decoraciones de Lego en la entrada al parque
Fuente de agua en Maker’s Pier, un centro comercial al aire libre frente a Legoland.
Juegos para niños pintados en las calles de Maker’s Pier (I)
Juegos para niños pintados en las calles de Maker’s Pier (II)
Perro observándome desde el asiento del conductor en un camión aparcado

Está última foto puede parecer graciosa, hasta que te das cuenta de que alguien dejó a su perro encerrado en un espacio pequeño y sin ventilación. Al parecer estaba completamente solo ahí dentro el pobre can.

Así es como terminan ocurriendo esas noticias que cada tanto aparecen en los periódicos japoneses, sobre que una mascota falleció tras haber sido dejada encerrada por varias horas dentro de un vehículo. Y así como lo hacen con mascotas, también hay gente que lo hace con sus niños, y sin darse cuenta los acaban matando. Verdaderamente lamentable.


A las 16:30 estaba de vuelta en la estación de Nagoya. Ya que estaba allí decidí ir a recorrer uno de los edificios más importantes que me faltaban: las JR Central Towers. Estas son las dos torres gemelas de las que te había hablado antes. En total tienen 51 pisos, pero las plantas intermedias (16F – 50F) tienen un hotel en una de las torres y oficinas y en la otra, con lo cual recorrí todas las plantas excepto esas.

Exhibición en 1F. A la izquierda hay un conejo porque el 2023 es el Año del Conejo. A la derecha hay un león de los que se usan en la Danza del León.

Japón tiene una larga tradición de la danza del león y la danza se conoce como shishi-mai 獅子舞) en japonés. Se cree que se importó de China durante la dinastía Tang y se asoció con la celebración del cumpleaños de Buda. […] La danza se realiza comúnmente durante el Año Nuevo para traer buena suerte y ahuyentar a los espíritus malignos, y los bailarines de leones pueden estar acompañados por músicos de flauta y tambores. También se realiza en otros festivales y celebraciones. En algunas de estas actuaciones, los leones pueden morder a la gente en la cabeza para traer buena suerte.

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En 6F había una exposición de arte de varios animé, incluyendo uno que me gusta a mí llamado Violet Evergarden.

Violet Evergarden es una joven huérfana a la que de pequeña el ejército de Leiden tomó como arma de guerra […]. Una vez acabada la guerra, […] Violet comienza a trabajar en la Compañía Postal CH y conmovida por el oficio de Auto Memory Doll («Muñeca de recuerdos automáticos»), que llevan los pensamientos de la gente y los convierten en palabras por medio de cartas, nuestra protagonista decide convertirse en una […].

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Exposición de arte de varios animé/manga (I)
Exposición de arte de varios animé/manga (II)
Exposición de arte de varios animé/manga (III)
En 11F había una exposición de robótica. Estos eran una especie de mascotas robot, que se movían y hacía sonidos tiernos cuando las acariciabas (como si fuesen su equivalente a un ladrido o un maullido).

Fue bastante bizarro ver a estas niñas jugando con las mascotas robot, acariciándolas como si fuesen perros o gatos, e incluso dándose vuelta para saludarlas con la mano cuando se fueron. Requerido para recibir caricias de niñas japonesas: (1) abilidad de moverse, (2) aspecto tierno. No requerido: (1) corazón, (2) vida.

Robots en exposición y a la venta (I)
Robots en exposición y a la venta (II)
Robots en exposición y a la venta (III) (en el fondo se puede ver a la niña que seguía acariciando a la mascota robot)

En este mismo piso había también una tienda que exponía y vendía conjuntos de muñecas del Hinamatsuri.

Plataforma de muñecas del Hinamatsuri (I)
Plataforma de muñecas del Hinamatsuri (II)
Plataforma de muñecas del Hinamatsuri (III)

Estas plataformas son súper caras (US$1000 o más), pero si tienes una niña en tu familia la tradición dice que debes tener una de estas en tu casa para celebrar el Hinamatsuri.

Hinamatsuri (雛祭) es el Festival de las Muñecas, que se celebra cada 3 de marzo en Japón. Está dedicado especialmente a las niñas, por lo que también se conoce como Festival de las Niñas. En él, las niñas exponen varias muñecas vestidas con kimonos tradicionales y quedan situadas en distintos niveles de una plataforma, de hasta 5 a 7 escalones, cubierta con tela roja. Estas muñecas representan personajes de la corte imperial de la Era Heian ordenados jerárquicamente y pasan de generación a generación dentro de la familia. Se suele adornar también con flores de melocotonero ya que este festival también se conoce como Momo no Sekku, y el melocotón es una fruta que se relaciona con el sexo femenino.

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Continué subiendo piso por piso por las escaleras mecánicas.

El 12F y el 13F eran donde estaban ubicados todos los restoranes
El 15F se llamaba Sky Street, dado que tenía grandes paneles de vidrio para poder observar el paisaje.
La calle vista desde el 15F de las JR Towers

Después fui a ver también el último piso, el 51F, pero tan pronto como subí (~10 segundos tardó el ascensor en llevarme desde el 13F) volví a bajar, dado que lo único que había allí era un par de restoranes y cafeterías de alta categoría y con vistas a la ciudad. El tema es que para poder ver las vistas tenías que entrar y consumir algo, y entre que había fila y era caro preferí irme. Total ya había podido ver la ciudad desde lo alto de Midland Square, el edificio que está enfrente de las JR Towers.

Terraza en el 2F, cuando volví a bajar después de haber pasado por todos los pisos de acceso público.

A las 17:30 me fui de Meieki y regresé al hotel.


Si has estado prestando atención a las horas en que volvía al hotel, seguramente te habrás dado cuenta de que casi siempre regresaba más o menos temprano, poco después de caer la noche, y ya no volvía a salir hasta la mañana siguiente. Pero como solo me quedaban dos noches en Nagoya, esta vez decidí aprovecharlas para hacer paseos nocturnos y… algo más.

Si me preguntaras cuáles creo que son el top 3 de actividades que los japoneses hacen en la noche, te diría las siguientes (en ningún orden en particular):

  1. Salir a cenar a un restorán.
  2. Salir a tomar algo a un bar/izakaya.
  3. Ir a una tienda de servicios sexuales.

Decir que la industria del sexo en Japón es enorme es una infravaloración. Se estima que genera un rédito de 24 mil millones de dólares al año. No importa la ciudad japonesa donde te encuentres, nunca vas a estar muy lejos de un barrio rojo. Igualmente para mí lo más fascinante de esta industria no es cuán grande es ni cuánto dinero mueve, sino la cantidad extraordinaria de servicios que ofrece; toda clase de categorías y sistemas únicos que no vas a encontrar en ningún otro país.

Ya te había hablado anteriormente de varios de estos servicios, a partir de lo que conocía de haber investigado sobre ellos en Internet. Pero esta vez te voy a poder empezar a hablar desde la experiencia, dado que la noche del miércoles finalmente decidí probar uno de estos servicios por primera vez.

Yo siempro digo que en la vida hay que probar todo, dado que es la única que tenemos. Y la verdad es que no podía estar en Japón, el país con una de las industrias del sexo más diversas y desarrolladas del mundo, y no probar ir a una de estas tiendas al menos una vez.

A las 18:00 volví a salir del hotel. Pusé la dirección de la tienda en mi GPS y emprendí la marcha. Tendría que caminar unos 3 kilómetros hasta llegar (y luego 3 más para volver), pero no me molestaba dado que me encantan los paseos nocturnos y no los hago tan seguido como me gustaría.

En el camino me crucé con el templo Osu Kannon, ubicado justo donde arrancan todas las calles cubiertas del barrio de Osu, por donde había estado paseando el otro día. Para llegar a la tienda donde me dirigía tuve que atravesar todo este barrio.

Templo de Osu Kannon

A las 19:10 llegué al local, el cual estaba discretamente escondido dentro de un edificio. Podías pasar por la calle sin enterarte nunca de que dentro de uno de esos edificios estaba este negocio. La única forma de saber de él era habiéndolo visto antes por Internet, como había hecho yo.

Al principio se siente extraño esto dado que da una cierta impresión de que se trata de una tienda clandestina, donde hay menores prostituyéndose o cosas por el estilo. Pero al parecer en Japón no solo las tiendas underground hacen esto de querer pasar desapercibidas, sino algunas legítimas también. Después también está el otro extremo de las tiendas que no les importa nada y te ponen un cartel gigante de una JK (colegiala) en una esquina, como el que estaba en la foto que te había mostrado el otro día.

Esta era la puerta de entrada al local, discretamente ubicado dentro de un edificio de oficinas. Notar el dibujo del sailor fuku (uniforme escolar clásico utilizado por las estudiantes japonesas).

Antes de hablarte sobre la tienda en sí y el servicio que proveía, te voy a contar un poco sobre el sistema.

Los japoneses son fanáticos del sistema. Todo tiene que tener un sistema para ellos. Las cosas no funcionan bien si no hay un sistema. Las tiendas de servicios sexuales son un claro ejemplo de esto. Si alguna vez visitas el sitio web de una tienda de servicios sexuales japonesa, muy probablemente te vayas a encontrar con el siguiente menú de opciones:

  • TOP – Para volver a la página principal.
  • NEWS – Para leer las últimas noticias.
  • SYSTEM – Para ver cómo funciona el sistema.
  • SCHEDULE – Para ver la disponibilidad de cada una de las chicas.
  • CAST – Para ver fotos de las chicas e información tal como la edad, medidas del cuerpo, estilo (guapa vs. tierna), etc.
  • RECRUIT – Para enviar una solicitud para trabajar en la tienda.
  • ACCESS – Para saber cómo llegar.

La sección de SYSTEM («sistema») te va a explicar exactamente de qué clase de servicio se trata, qué opciones tienes para elegir, los descuentos y combos que hay, si puedes pagar con tarjeta, las cosas que están y no están permitidas, etc.

Esta es la explicación que da Moenavi (sitio recopilatorio de tiendas de servicios sexuales) acerca de la tienda adonde fui la noche del miércoles:

Studio Ee es la única tienda de inspección de Nagoya.

Está autorizada conforme a la Ley de Establecimientos de Ocio, por lo que puede utilizarla de forma segura (Licencia nº 27 Directiva Chuso Hosei nº 36-15).

Nuestra tienda es una tienda de inspección donde puedes ver a las chicas a través de un espejo unidireccional. […] Puedes ver a las chicas divirtiéndose, hablando, estudiando, jugando, etc.

No se aceptan tarjetas de crédito.
No se permite la entrada a menores de 18 años.

Moenavi

Se trataba de una tienda de tipo 見学 (kengaku; inspección). Esta clase de tiendas consisten en una habitación central donde se encuentran las chicas, y pequeños cubículos alrededor, separados de la habitación central mediante un espejo unidireccional, cosa de que el cliente que está dentro del cubículo pueda ver a las chicas pero las chicas no puedan verlo a él.

Studio Ee, la tienda de inspección a la que fui, emplea chicas jóvenes y las viste con uniformes de colegialas, con lo cual básicamente explota dos de los fetiches más populares de los japoneses: el de la colegiala y el voyeurismo.

Cuando abrí la puerta del local, aparecí directamente frente a la recepción, donde había una chica que me saludo y me preguntó si venía a hacer uso de los servicios. Tras decirle que sí, me pidió que por favor aguardara un instante. Mientras esperaba, noté que la chica llamó por teléfono a una persona. Al cabo de un minuto, me preguntó si me podía pasar el teléfono a mí para hablar con la persona que estaba al otro lado de la línea. Le dije que sí y cogí el teléfono.

La persona con quien hablé por teléfono era un hombre; muy probablemente el dueño del negocio. Me preguntó si sabía de qué se trataba el servicio que ofrecía la tienda y me explicó bien cómo era el sistema. Me avisó que tendría que pagar por adelantado en la recepción antes de pasar al cubículo. También me advirtió que estaba estrictamente prohibido hacer tōsatsu (fotografía secreta) de las chicas, y que me iban a escanear todo el cuerpo con un detector de metales para asegurarse de que no llevase ninguna cámara encima.

Tras terminar de hablar con esta persona y asegurarle que había entendido todo, le devolví el teléfono a la recepcionista y le dije que quería hacer la sesión más corta, la cual duraba 30 minutos y costaba ¥4800 (~US$36). Le entregué el dinero en efectivo y guardé todos mis objetos personales (abrigos, billetera y móvil) en una taquilla.

La recepcionista me hizo quitar el calzado y cambiarme a uno que me proveyó ella, y utilizó un detector de metales para verificar que no llevara una cámara conmigo. Luego me invitó a pasar a una de las cabinas.

La cabina era extremadamente pequeña (1 m² aproximadamente). A mis costados había paredes, detrás de mí una cortina que es por donde había entrado, y enfrente de mí un vidrio a través del cual podía espiar la habitación donde estaban las chicas. En el centro del cubículo había una pequeña silla japonesa de esas que tienen respaldo pero no patas. Así que apenas entré hice lo único que había para hacer: sentarme en esa silla y observar lo que hacían las chicas.

Cuando un cliente nuevo entra a un cubículo, las chicas se enteran de esto dado que suena una campana y la recepcionista dice por altavoz el número del cubículo al que entró un cliente. En ese momento las chicas deben pasar una por una al frente de ese cubículo para presentarse al cliente que acaba de entrar. Se sientan enfrente de ti, te saludan con una sonrisa y te muestran un cartel con su nombre, para que sepas cuál es cuál.

Una vez que terminan de presentarse todas las chicas, el cliente debe decidir cuál de todas le gusta más y nominarla escribiendo su nombre en un papel, el cual se lo tiene que ir a entregar a la recepcionista para que ella le dé aviso a la chica. Yo elegí a una que se hacía llamar たぴ (Tapi). Este es su perfil en Moenavi:

Tapi

Estilo de chica: hermana pequeña, lolita, estudiante.
Tipo de sangre: O.
Estatura: 158 cm.
Comida favorita: macarrones.
Celebridad favorita: ninguna en particular.
¿Qué haces en tus días libres? Festivales de cine.
¿Qué te gusta hacer últimamente? ¡Manga!

Comentarios de la chica:
Encantada de conocerte, ¡soy Tapi♡!
Haré todo lo posible por entretenerte.
Ven a conocerme.
Sesiones fotográficas individuales a petición.
No hago reflexología.

Comentarios del director:
Es muy inteligente, simpática y llena de energía. Cuando Tapi viene a trabajar, la tienda se ilumina. Y, sobre todo, tiene unas piernas preciosas. La simpática y lolita Tapi es una popular miembro del reparto que siempre ocupa un lugar destacado en el número de nominaciones.

Moenavi

La «simpática y lolita» Tapi —como la llama su director—, tras haber sido avisada de que yo la había elegido, se acercó a mi cabina e inició un contador de diez minutos. Durante ese tiempo me iba a estar dando un show a mí personalmente.

Ella seguía en la habitación de las chicas y yo seguía en mi cabina, pero ahora estaba parada frente a mí del otro lado del espejo. Yo la podía ver a ella pero ella solo veía un reflejo de la habitación donde estaba, a no ser que se acercara mucho al espejo, en cuyo caso me podía ver muy tenuemente. Esto de acercarse para verme lo hizo dos veces: al principio y al final del show. Yo aproveché esas dos veces para saludarla y levantar un pulgar como diciéndole «¡lo has hecho muy bien!».

El show de Tapi consistió en ella pegando distintas partes de su cuerpo al vidrio, moviéndose sensualmente y tocándose eróticamente sus partes íntimas. Lo máximo que me llegó a mostrar de su cuerpo fue su trasero casi completo, a excepción de las bragas que llevaba puestas y que nunca se quitó. Tampoco se quitó en ningún momento el uniforme escolar con el que iba vestida. Las bragas me las mostró por debajo de la falda.

Cuando terminó el agradable espectáculo que me hizo Tapi, ella se volvió a sentar con las demás chicas y yo me puse a seguir observándolas, dado que todavía me quedaba un rato de la media hora que tenía.

En total había seis chicas, las cuales iban todas vestidas de colegialas. Algunas de ellas estaban sentadas con las piernas en alto, probablemente a propósito para que pudieses observar sus bragas a través de la falda.

Las chicas tenían todas aspecto bastante joven. Moenavi no aclara la edad de ninguna de ellas, pero estoy casi seguro de que ninguna de las seis chicas que había ahí sobrepasaba la veintena. Te hacían creer que estabas observando colegialas reales, lo cual claramente era la idea del negocio.

Las chicas no se hablaban mucho entre ellas, sino que se la pasaban casi todo el tiempo en sus móviles. Esto me hace pensar que no serían muy amigas entre ellas, y se considerarían más bien competencia, lo cual en verdad lo eran.

Las chicas que resultan más nominadas por los clientes seguramente acaban ganando más que las que son menos nominadas. La industria del sexo en Japón es enormemente competitiva. Las chicas más maduras casi que no pueden competir con las más jóvenes/kawaii. Los dueños de estos lugares siempre van a preferir contratar a las más jóvenes porque saben que son las que más venden.

Además de estar con el móvil, otra cosa que hacían las chicas mientras yo las observaba era comer unos pasteles que tenían arriba de la mesa (seguramente provistos por la empresa). Luego había una justo enfrente de mí con las piernas en alto, que noté que cada tanto se acercaba la mano a las partes de su cuerpo menos expuestas a la luz y se dejaba la mano ahí, o se tocaba un poco, pero parecía hacerlo subconscientemente, como lo haría uno estando en la intimidad de su casa; como olvidándose de que había hombres observándola del otro lado de los espejos.

Me sentía súper extraño observando chicas que parecían ser JKs, actuando de la misma forma que lo harían si estuviesen solas en sus hogares. Pienso que para ellas debe de ser un maravilloso trabajo: no tienen que verles las caras a sus clientes ni dejarse ser tocadas por ellos en ningún momento; lo único que tienen que hacer es aceptar ser observadas mientras hacen su vida normal como si estuviesen en sus casas. Y con la ganancia que deja esta clase de negocios no tengo dudas de que deben de ganar bastante bien también.

A las 19:50 terminó mi sesión de 30 minutos, así que salí de mi cubículo y me dirigí hacia la recepción y al locker a recoger mis cosas. La saludé a la recepcionista y me fui del local.


En el camino de regreso al hotel me crucé con varias cosas interesantes:

Un parque con una gran estatua dorada en el medio, de una mujer extendiendo sus brazos (Parque Yaba).
Estatua de unos enamorados, también en el parque Yaba.
Unos guantes en un Lawson 100

Lawson 100 es la tienda favorita de las personas frugales. Ergo, mi tienda favorita. Imagínate que Daiso (tienda de casi todo por ¥100) y Lawson (tienda de conveniencia) se aparean y tienen un hijo. Ese hijo es Lawson 100, una tienda de conveniencia (konbini) donde casi todo cuesta ¥100 y no mucho más.

No lo podía creer cuando vi que Lawson 100 vendía guantes, que no solo eran súper baratos sino que encima parecían ser de buena calidad. Como andaba necesitando unos me terminé comprando los más caros que vi, que aun así me costaron apenas ¥500 (US$3,7) el par. Recuerdo que el año pasado cuando estuve en Londres en diciembre también pensaba en comprarme unos guantes, pero cuando entré a una tienda de allá y vi que un par de guantes costaba £20 salí corriendo y abandoné completamente la idea. Prefería andar con las manos congeladas antes de ser estafado de esa manera. Y este par que me compré ahora descubrí que son marca 3M, así que encima de baratos son de una marca reconocida (¿aunque quién se habría imaginado que la marca de la cinta Scotch fabricaría también guantes?).

Lo último interesante que vi en el trayecto de regreso al hotel fue esto:

Cuestionable tienda de servicios sexuales

Al igual que la tienda con el cartel de la JK, esta también me hizo levantar una ceja (o las dos, dado que una sola se me complica), sobre todo porque tenía un cartel que decía「ロリっ娘」(rorikko; niña loli). Imagino que se referirá a estilo loli más que lolis reales dado que eso sería ilegal, con lo cual esta tienda estaría escondida dentro de un edificio en vez de tener carteles en la calle haciendo publicidad de servicios ilícitos.

A las 21:00 pasadas llegué al hotel, y esta vez sí que ya no volví a salir. Necesitaba el descanso.

Ame,
Kato